Tratamiento Hidrotérmico para la descontaminación de cáncer bacteriano en semilla de tomate.
Dr. Raymundo Saúl García Estrada
Fitopatología
CIAD unidad Culiacán
El cáncer bacteriano del tomate es una enfermedad causado por la bacteria Clavibacter michiganensis subsp. michiganensis que actualmente se encuentra distribuida en todas las áreas productoras de tomate del mundo y de México. En la actualidad es una enfermedad recurrente y sus daños pueden ser muy devastadores.
El principal síntoma del cáncer es un marchitamiento de la planta. Los síntomas iniciales incluyen: necrosis marginales de las hojas pequeñas. Las manchas crecen en forma invertida de una “V” con un halo amarillo, provocando rápidamente la muerte del foliolo y de la hoja. La planta muere en un lapso de 2 a 3 semanas. Internamente, los tejidos vasculares de los tallos y parte central superior de los peciolos muestran un color amarillo claro a café. Bajo condiciones de alta humedad y poca luz, se pueden presentar manchas en las hojas de color verde pálido (tipo reacción de hipersensibilidad). En frutos se pueden formar manchas redondas con el centro color café y tienen una apariencia elevada, además las manchas están rodeadas de un halo blanco opaco conocidas como ojo de pájaro. Es más frecuente que en el área de unión del pedúnculo se observe un exudado de color amarillo.
Es una bacteria gram positiva, aeróbica, no motil y no forma cápsula. Las colonias sobre agar nutritivo son amarillas y alcanzan un diámetro de 2 a 3 mm en 5 días.
Algunas medidas pueden ayudar a evitar su rápida diseminación son: se debe conocer a la perfección todos los síntomas de la enfermedad y detectarlos con oportunidad, en este caso es muy importante los monitoreos y el rápido diagnóstico. Al respecto, se pueden emplear inmunotiras específicas para esta bacteria.
Utilizar semillas y trasplantes completamente libres de patógenos que se transmiten por este medio. Por ello se debe exigir la completa sanidad de la semilla. Cuando se sospecha que la semilla tiene cierto grado de contaminación, lo mejor es tratarla con agua caliente (52 a 56°C por 20 minutos) y posteriormente dar una inmersión rápida en una solución de cloro del 2 al 4%, esto para para asegurar la desinfestación. Los tratamientos superficiales con hipoclorito de calcio o algún otro producto a base de cloro no garantizan la completa sanidad de la semilla. El tratamiento hidrotérmico no es recomendado para semilla pregerminada.